El mes de junio se viste de arcoíris con la conmemoración del día del orgullo gay. Un evento que recuerda los acontecimientos ocurridos en Nueva York, específicamente en Stonewall el 28 de junio de 1969, donde varios homosexuales se resistieron al arresto derivado de una redada policial por parte del Estado. Este acto de hostilidad marcó un antes y un después en la lucha por los derechos de la comunidad actualmente conocida como LGBTQ+.
Si quieres conocer más acerca de lo ocurrido en Stonewall, te recomendamos nuestro artículo: Mes del orgullo gay ¿Por qué se celebra?
¿Qué significan las siglas LGBTQ+?
LGBTQ+ define a los miembros que integran la comunidad, según sus siglas: lesbianas, gay, bisexuales, transgénero y queer. En el caso del +, hace referencia a los demás miembros como intersexuales, asexuales y no binarios.
Este término es una forma oficial de designar la diversidad de género de sus miembros. Representados a través de un acrónimo universal e inclusivo que permite englobar todo el espectro de la comunidad.
La comunidad LGBTQ+ y sus colores
Uno de los aspectos que caracteriza a la comunidad del LGBTQ+ es el uso de colores y banderas para representar a los miembros de su comunidad. Debido a que se trata de un colectivo muy diverso, toda la lucha por la reivindicación de los derechos humanos para los homosexuales o sexo diverso, ha generado manifestaciones de identidad para distinguir sus diferencias.
Esto lo hacen a través de los colores de sus banderas, para promover un discurso de visibilidad y aceptación en distintos espacios sociales.
Todas las banderas LGBTQ+
Bandera lésbica, color morado
El morado o violeta representa la lucha feminista que han emprendido las mujeres a lo largo de la historia. Cuenta con la representación de un hacha en el medio para rememorar el poder de diversas civilizaciones matriarcales. Además de contener en su diseño el símbolo de un triángulo invertido en color negro como símbolo de solidaridad ante todas aquellas mujeres víctimas del holocausto nazi que eran ejecutadas por ir en contra de la heteronormalidad.
Como dato curioso, la comunidad lésbica tiene una representación muy especial en la cinta fílmica V de Vendetta, donde en su universo distópico esta forma de amor también es condenada por ir en contra de lo normativo.
Bandera bisexual, colores: rosa, morado y azul
La comunidad bisexual es una de las menos comprendidas por parte de la sociedad. Debido a las múltiples críticas y fetichismo que han surgido sobre su representación. Ellos definen su orientación sexual con los colores rosa, azul y morado. Donde se simbolizan la atracción por el mismo sexo, y por el sexo contrario.
Bandera trans, colores: rosa, azul y blanco
La bandera trans fue ondeada por primera vez en los años 2000 de mano de Mónica Helm, una mujer trans en Phoenix, Arizona. La inspiración de esta bandera junta el imaginario como los deseos de transición de este colectivo. También la franja blanca brinda visibilidad a los intersexuales quienes no se identifican con ningún género o están en proceso de transición.
La comunidad trans es una de las que más demanda el uso de sus propios símbolos, ya que con el paso del tiempo ha sido objeto de múltiples burlas y marginaciones de parte de la sociedad.
La comunidad trans representa a los transgénero, transexuales y travestis. Todos son una forma de identificación con el sexo opuesto, para conocer sus diferencias te recomendamos este artículo del 2020 publicado en la página web de Homosensual.com
Bandera queer, colores: morado, blanco y verde
Esta bandera es una de las más recientes y fue creada por Marilyn Roxie en el año 2019. Simboliza la fluidez de esta identidad de género donde la persona o el individuo no asumen ni el rol, ni las normativas de los géneros. Representando la neutralidad y divergencia.
En la comunidad queer podemos encontrar individuos: demigénero, andróginos, pangéneros y género fluido.
Bandera de la intersexualidad. Color: amarillo
La intersexualidad está representada por aquellas personas que nacen con características físicas que no encajan en ninguno de los dos géneros. Se tiene amplia documentación acerca de su existencia a lo largo del tiempo y como la ambigüedad genital ha sido un problema de identidad para estas personas a lo largo de su vida.
También conocidos como hermafroditas. Las bandera intersexual está compuesta por el amarillo es el color que los define por no estar relacionado con ningún género y el símbolo circular morado, señala la totalidad del ser y sus derechos a ser lo que deseen.
Bandera asexual, colores: negro, gris, blanco y morado
Durante muchos años la asexualidad ha sido vista como una enfermedad, debido a que hace referencia a individuos que no sienten atracción sexual hacia ningún género. Hasta el 2013 no tuvo representación en la comunidad. La asexualidad representa tanto a los demisexuales, que son personas que solo se sienten atraídas sexualmente a otras personas luego de establecer un vínculo emocional. Y la grisasexualidad, donde solo está presente el impulso sexual a través de situaciones específicas.
Bandera pansexual, colores: rosada, amarilla y azul
El término pansexualidad es heredado de una teoría de comportamiento Freud en 1900, donde se expone el instinto sexual. Hoy en día, el término no tiene la misma definición, sino más bien define aquellas personas que no acentúan su orientación a un género, ni a un sexo.
Es el más inclusivo de todas las orientaciones debido a que es capaz de sentir amor y atracción por cualquier identidad.
Los colores de esta bandera son fuertes y saturados e imprimen mayor intensidad.
Identidad, género y pride
La celebración del día del orgullo gay, no solo conmemora un fatídico evento. También es el momento de festejar la valentía por obtener derechos y reconocimientos de aquellos grupos invisibilizados y marginados por la sociedad actual.
La homosexualidad ha sido perseguida, discriminada y penalizada con cárcel en algunos países. No solo dentro del marco de la convivencia activa y comunal, sino también en espacios profesionales donde la identidad de género y sexual, han sido motivos de despido, hostigamiento e inestabilidad laboral.
Lo que hoy en día denominamos Pride es un grito de orgullo de una comunidad, que no está dispuesta a seguir escondiendo su identidad para encajar.
Amparados bajo la proclamación de 1948 sobre los Derechos Humanos, esta comunidad se abre camino a través de diferentes manifestaciones para garantizar el ejercicio de una igualdad ante la ley y una equidad de trato. Esperando que su aporte a la sociedad vaya más allá de lo extravagante de sus gustos, y que este punto no sirva para medir su desarrollo profesional y personal.
28 de junio: Día del orgullo gay
El Pride es mundialmente celebrado en el mes de junio con distintas movilizaciones a través de las principales ciudades de cientos de países. En Latinoamérica la celebración del Pride es especialmente llamativo en Cartagena, Brasil, Panamá y Ciudad de México. Donde las 6 franjas del arcoíris inundan las calles. Esta celebración se acompaña de discursos de empoderamiento y diversas expresiones de carisma y talento de la comunidad.
La bandera que cobija a la comunidad LGBTQ+ es la del arcoíris compuesta por 6 colores diseñada por Gilbert Baker en 1978. Cada franja simboliza la fuerza de sus integrantes:
- Rojo, la vida.
- Naranja, la curación.
- Amarillo, la luz del sol.
- Verde, la naturaleza.
- Azul, la serenidad.
- Violeta o morado, el gran espíritu que los une.
La representación del Gay Pride en el marketing
No es de extrañar que cuando comienza el mes de junio e incluso la última semana de mayo, podemos encontrar una gran lluvia de artículos o colecciones alusivas al Pride. También podemos encontrar perfiles en redes sociales que colorean sus logos en honor a la lucha.
¿Pero qué hay detrás de esto?
La opinión acerca de la participación de las marcas con respecto a los esfuerzos de la comunidad LGBTQ+ es muy variada. Hay distintos tipos de valoración y no sabemos si los fundamentos están realmente comprometidos con los objetivos de la comunidad. Pero algo que no podemos pasar desapercibido es la capacidad de visibilidad que estas tendencias comerciales permiten.
El Pride, gracias al complejo desarrollo histórico que ha tenido hoy en día es capaz de mostrarse abiertamente en productos de consumo masivo, y la razón es que el discurso de inclusión y diversidad es mucho más fuerte.
La visibilidad del Pride es un logro más de la comunidad LGBTQ+, productos elaborados en colaboración con activistas es una continua acentuación en el territorio que ha ganado ante el ojo público.
En el mundo del marketing, se dice más de lo que no se muestra. Esto puede parecer una contradicción, pero todo aquello que no se puede publicitar abiertamente se encuentra aún en el terreno del tabú.
Lo que no está bien y es una mala práctica es el uso del Pride, sin honrar su significado, ni valorar el esfuerzo de la lucha. Por lo que, aquellas marcas que no se conciben dentro de sus objetivos deberían mantenerse al margen.